El pasado 13 de octubre, la ciudad de Esmeraldas recibió su Plan de Infraestructura Verde (PIV), un documento de planificación que plantea medidas con las que proteger a sus habitantes de inundaciones y deslizamientos, así como recuperar espacios naturales, esenciales en la adaptación a la consecuencias del cambio climático.
El desarrollo de este Plan es una de las acciones ejecutadas por el proyecto AdaptaClima, iniciativa liderada por la Subsecretaría de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) y que recibe el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el financiamiento del Fondo de Adaptación (FA).
Entre los potenciales beneficios que el PIV traerá a esta ciudad costera de Ecuador están la reducción del riesgo climático, la preservación de la biodiversidad y la disminución de la contaminación de suelo, aire y agua.
Lucía Sosa Robinzon, alcaldesa de Esmeraldas, resaltó que “el Plan propone reconectar la ciudad con su biodiversidad única, asegurar la calidad de vida en una ciudad inclusiva, conciliar vida y riesgo y fomentar una planificación urbana sostenible”.
Autoridades mostrando el Plan recién presentado en Esmeraldas.
Por su parte, Fernando Adames, representante Residente Adjunto del PNUD en Ecuador, concluyó que “la implementación del PIV requiere el compromiso de todos los actores tanto nacionales como locales, solo un trabajo en equipo permitirá transformar la realidad actual hacia una más enfocada en prevenir, reducir el riesgo de desastres así como adaptarse al cambio climático”.
Además de presentarse el Plan, también se suscribió un convenio interinstitucional entre el MAATE, el Servicio Nacional de Gestión de Riesgo Emergencias y el Gobierno Municipal de Esmeraldas para la implementación de acciones frente a los deslizamientos de tierra en el Barrio 20 de Noviembre, ubicado en el Cerro Gatazo.
Al respecto, Inés Arias, directora de Adaptación al Cambio Climático, destacó que el Convenio en mención, “es un instrumento que permitirá el trabajo conjunto para contribuir a la reducción de la vulnerabilidad a deslizamientos de tierra e inundaciones en sectores altamente vulnerables como ante impactos del cambio climático”.
El proyecto AdaptaClima se implementa en tres ciudades costeras de Chile y Ecuador (Antofagasa, Taltal y Esmeraldas). Esta iniciativa busca construir capacidades en sus pobladores para que puedan actuar de manera oportuna ante los riesgos asociados a los efectos del cambio climático.